viernes, 22 de abril de 2016

Nuestro casi destino

Vivi y morí amando. Para eso no necesito recuerdos. De lo que si me  acuerdo es de tu sonrisa en medio de la lluvia. No pude escuchar que era exactamente lo que me gritaste. Sé que estaba yendo hacia vos... y después te desvaneciste. Pero no te preocupes, estamos hechos para reencontrarnos. En algún momento me lo habías prometido.

No importa que ahora no me acuerde de vos. Que simplemente seas una idea, un espejismo de otra vida. ¿Que pensarías si te dijera que todo había sido una trampa? ¿Romperías todo o me besarías como una inconsciente diciendo que lo nuestro era un capricho del destino? 

Me pregunto como serías ahora. ¿Te seguira buscando la música clásica? ¿Otra vez serás un rebelde? ¿Con que me vas a sorprender esta vida? ¿Tu piel se acordara de mí? Dame certezas, sensaciones reales. Tiremos esos besos fantasmas. Aquellos que me susurran verdades del mañana que murieron ayer. 

Te conozco aunque todavía no pueda ponerte cara o voz. No fue una trampa, pero tampoco fue destino. Fue una sucesión de hechos que vienen pasándonos hace siglos. Un casi destino, una promesa que nuestras almas no pueden escapar.